El ambiente laboral se ha convertido en un factor de suma importancia para aceptar, rechazar o mantenerte en un trabajo.
Si a fin de cuentas pasamos gran parte de nuestro día en el trabajo, necesitamos uno o varios “cómplices de locuras” en la oficina o lugar de trabajo. Es por esto que, entre la convivencia diaria y constante tratar con las mismas personas del equipo, poco a poco se vaya formando una relación de amistad muy cercana por el todo el tiempo, experiencias, éxitos, fracasos, frustraciones que compartimos con los compañeros de trabajo.
Pero, ¿qué pasa cuando pasas de ser amigo del trabajo a jefe? O al revés, ¿qué pasa si a tu “mejor amigo” lo promueven y ahora será tu jefe?
Lo más probable es que al inicio se genere un ambiente ligeramente incómodo, ya que ambas partes pasarán por el proceso de adaptarse al cambio, e intentarán descubrir cómo es que la promoción de alguno puede provocar un cambio en su interacción diaria.
Aquí te dejamos algunos tips por si esto te llega a suceder, puedas “llevar la fiesta en paz” y que el cambio de puesto no te haga perder un amigo:
● Habla directo con ellos: Todas las partes afectadas deben estar conscientes que las cosas cambiarán sí o sí, pero mucho dependerá de la actitud con la que se tome la situación y tratar de seguir hacia adelante. Habla con tu equipo, que noten franqueza y honestidad en tus palabras así darás un mensaje claro que quieres hacer las cosas bien y mantener un
ambiente cortés, amigable y profesional.
● Acepta lo que te está pasando: La negación o intentar actuar como si no pasara nada, no será bueno para nadie. Si sientes sentimientos negativos, habla de frente y intensa llegar a una resolución del conflicto siempre por las buenas.
● Conviértete en un líder más que en un jefe: Actuar con dureza para demostrar quién manda y para ganarte el respeto del equipo, no siempre funciona. Actúa de forma amistosa y positiva, demuéstrale a tu equipo que ya tienen tu confianza y motívalos. Hay una palabra que no debes olvidar cuando empiezas a liderar a un equipo: Empatía.
● Evita a toda costa el favoritismo: Las amistades más cercanas, sobre todo al principio, deberás dejarlas para después de la oficina. Siempre haz que prevalezca la justicia y objetividad. También debe quedarle claro a tus amigos que aunque tengas un nuevo puesto, eso no les traerá beneficios ni deben sentirse superiores a los demás por llevarse bien con el
jefe.
● En búsqueda de un nuevo confidente: Si ahora eres jefe de todos tus amigos del trabajo, no podrás compartir mucha información o tu sentir, es por eso que debes encontrar alguien que no represente ningún riesgo al contarle tus inquietudes y problemas.
Al recibir una promoción, por mucho que te esfuerces, siempre existirá el riesgo que, en el camino, pierdas a algunos de los que considerabas amigos cercanos del trabajo. Hay factores externas que no puedes controlar como los celos y la envidia, tú sigue con lo que te corresponde y nunca pierdas la
objetividad y el respeto por los demás. Seguro encontrarás alguien más en tu nuevo puesto con quien puedas entablar una nueva amistad.